Hoy he tenido el privilegio de vivir un momento histórico de La Taverna del Clínic y he sentido que como tal debía ser inmortalizado, aunque fuera a través del legado de las palabras. Porque se que dentro de unos años, cuando toda la vorágine que la familia Simôes está viviendo estos días haya quedado atrás, lo recordaran con cariño.
Suelo pasarme por La Taverna de vez en cuando. Alguna mañana, como la de hoy, me reuno con Manu para hablar del blog o simplemente, para tomarnos un café y hablar cinco minutos de la vida..
Hacia unos días que no pasaba por allí, y al ver la Taverna desde la acera de enfrente de la calle Rosellón, un escalofrío me ha recorrido por completo: allí estaba, la antigua Taverna y la nueva. Ambas , literalmente “patas arriba”. La antigua actualizándose y en comunión con la nueva, que apunta maneras con su diseño moderno y chic.
Pero, volvamos al principio. Te hablaba de ese momento para el recuerdo. Ese momento en el que Toni le hacía entrega a Manu del “Santo Grial ”.. El nuevo Menú, manuscrito, que dentro de unos pocos días podremos degustar todos los clientes de La Taverna del Clínic. Ese momento que he tenido el privilegio de vivir en primera persona, y que me ha parecido tan especial y que ahora mientras escribo me arrepiento de no haber inmortalizado con una cámara.
Una apuesta grabada en tinta y papel que será la base de la nueva Taverna y que hará las delicias de los habituales y de los nuevos clientes. Porque sin duda, los habrá… y muchos.
La Taverna abrirá con la mayoría de sus mesas reservadas, y ya es difícil encontrar hueco disponible para esa semana de la feria Alimentaria que en breve se celebra en la Ciudad Condal.
El último servicio de la antigua Taverna fue , como todos, extenuante. El restaurante lleno, los platos saliendo de la cocina uno tras otro a las mesas de los expectantes comensales, el personal siempre amable y eficiente…
Cuando esa noche la puerta de la Taverna se cerró, guardaba con ella emociones, vivencias, momentos entrañables, historias vividas durante sus 8 años de existencia. Historias que siempre quedarán en ese local , entre sus paredes, en el recuerdo.
Esa noche los dos hermanos terminaron fundiéndose en un intenso abrazo. Celebrando los éxitos vividos y los que seguro están por venir. Siendo conscientes de que el trabajo bien hecho siempre tiene su recompensa, y sin duda la suya ha sido colocar a La Taverna del Clínic como el referente que es, a base de trabajo, tesón y de ofrecer los mejores productos a sus clientes. Me dicen que fue un día raro, de emociones contradictorias.
He preguntado si había foto de ese abrazo. Sólo hay una , y la han guardado en su memoria, en su corazón. Me hubiera gustado ver ese momento igual que he vivido el de esta mañana.
Se que vendrán muchos abrazos más …y espero inmortalizar alguno de ellos. Confío plenamente en el éxito de esta nueva Taverna de la que dentro de muy poco vas a poder conocer todo aquí, en este blog de los #simoesbrothers.
Se que no podrás resistirte a visitar y probar todo lo que te va a ofrecer a partir de ahora .La Taverna del Clínic. Mejorando lo inmejorable.
Por Mónica Castelao